Hoy te traemos una auténtica mina de oro en contenidos de marca. Años de trabajo orientado a construir todo un universo compartido entre marca y audiencia, decenas de testimonios reales, consejos e historias convertidas en pequeñas piezas audiovisuales en las que los bebés (y sus madres y padres) son los protagonistas. Te hablamos del canal de YouTube de Johnson’s Baby, y de la última y sobrecogedora historia que han decidido compartir: la historia de Jamie.
Partimos de que YouTube está plagado de vídeos que muestran situaciones tan asombrosas como ésta, sin embargo quizás no estemos tan acostumbrados a descubrirlas de la mano de una marca, que decide involucrarse emocionalmente sin caer (pensamos) en el morbo.
Jamie y su hermana gemela llegaron al mundo en un parto prematuro. Los médicos comunicaron a sus padres que el pequeño no había sobrevivido al parto. El resto de la historia es mejor que seas tú quien la descubra viendo el vídeo… eso sí, como intuirás por el titular de este post, tiene un final más que feliz.
Más allá de esta impactante historia, y como te adelantábamos al principio, la marca ofrece en su cuenta montones de vídeos que nos muestran las expectativas de madres y padres que están a punto de conocer a sus bebés, o cómo es su vida al poco tiempo de que éstos hayan nacido.
Además, el canal ofrece consejos y sigue retratando experiencias en series como ‘Mommy and Me’ o ‘Moms with strollers’ (mamás con cochecitos). Otros tantos vídeos llenos de anécdotas, propuestas y recomendaciones en torno a la maternidad:
https://www.youtube.com/watch?v=Y0JWaFXmUsw
Y como los bebés crecen, Johnson’s Baby se propone enseñarnos, incluso, técnicas de peinado:
Resulta interesante comprobar hasta qué punto la marca trabaja a conciencia por alinearse con los valores, inquietudes o preocupaciones de su target: madres y padres que a través de estos contenidos sientan una mayor conexión con Johnson’s Baby, que perciban que realmente se preocupa por el cuidado y desarrollo de los más peques y, por tanto, resulte natural pensar que sus productos (geles, champús, cremas hidratantes…) estén hechos con el mismo mimo y atención. Un cuidadoso y constante ejercicio de engagement que esperamos que, además, te haya sacado alguna que otra sonrisa.