Porque nadie disfruta de ser constantemente interrumpido, porque el discurso de una marca puede y debe convertirse en una conversación multidireccional con su target, porque la publicidad no muere, sino que crece, cambia, evoluciona… porque sabemos que otra publicidad es posible, otra mejor, otra que aporte contenidos útiles, divertidos, interesantes… por todo ello, hoy nos emociona el Manifiesto #NoMásPublicidadInvasiva que han lanzado en Brandominus:
Estos son algunos de sus principios, dirigidos directamente a las marcas (puedes leer los 15 pinchando aquí, y si quieres firmar su petición para reducir el tiempo de publi en televisión pásate por este enlace):
Respetamos la publicidad y valoramos que gracias a ella eventos deportivos, programas, revistas, series y otros contenidos son posibles.
Exigimos que los anunciantes también nos respeten y entiendan: (…) ya no queremos más interrupciones publicitarias.
La comunicación marca-consumidor debe dejar de basarse en la persecución, acoso, interrupción y en general irrupción en la vida del consumidor.
La comunicación marca-consumidor debe ser de mutuo acuerdo y siempre que sea posible bidireccional.
(…) En lugar de interrumpir los contenidos de la programación de los medios, marca y medio crearían juntos los contenidos. Por ejemplo.
Puedes perseguirnos hasta convertirte en algo repulsivo para nosotros o hacer contenidos interesantes para que seamos nosotros quienes queramos saber más de ti.
Para entender mejor estas propuestas, aquí puedes ver algunos ejemplos de Branded Content (¿Branded qué?) con los que creemos que las marcas han hecho un trabajo estupendo alejado de la publi intrusiva:
- Directores de cine que hacen Branded Content (de Paco León a Roman Polanski)
Y aquí un ejemplo de cómo la publicidad puede volverse muy, muy invasiva…
A modo de guinda, esta reflexión que acompaña al manifiesto y que suscribimos palabra por palabra:
«Creemos en la publicidad y en su función social. Sabemos que es importante que las marcas tengan voz y que el consumidor conozca lo que le mercado ofrece. Somos conscientes de que muchos de nuestros contenidos favoritos no serían posibles si no existiera la publicidad. Incluso admitimos que nos gustan muchos anuncios y disfrutamos con ellos cuando un amigo lo comparte en Facebook o nos lo envía por Whatsapp. Pero nunca cuando interrumpen nuestra vida con ellos. Decimos sí a la publicidad, sí al marketing y sí a la creatividad. Sí a los contenidos de marca que nos enamoran, sí a las experiencias de marca únicas y divertidas, sí a que las marcas traten de conquistarlos. No a que interrumpan nuestra vida ni una sola vez más.»