Tienes que dejar de autoengañarte: no vas a pasar de los 18 minutos de ese documental. Ni siquiera recuerdas muy bien qué te estaba contando, porque te pasaste los 18 minutos refrescando el timeline de Instagram en tu móvil. Y está claro que no vas a empezar a verlo de nuevo, porque no vas a perder otros 18 minutos de tu vida haciendo ese esfuerzo de intentar prestarle atención a la pantalla. La del documental, decimos. No la pantalla de tu Instagram.
Afrontemos la realidad. La mayoría de tus «Seguir viendo» en Netflix son este tipo de cosas. Cosas que, por una razón u otra, no ves el momento de seguir viendo. Y cada vez que abres Netflix ahí están, esperándote, metiéndote presión mientras tú te haces el loco y buscas la nueva serie de estreno como si ya te supieras tragado toda la parrilla de pé a pá.
Pero en Neurads estamos aquí para ayudarte. Somos tus terapeutas del audiovisual y queremos apoyarte en este paso tan difícil. Sí, es hora de limpiar tus listas de Netflix. ¿Que por qué? Porque es primavera, esa temporada en la que limpias todo (renuevas tu armario, quitas mantas de la cama y añades viajes en el calendario), porque se avecinan nuevos estrenos a los que hay que hacerles hueco y porque, bueno, put your life together.
Por si no tienes muy claro el criterio de qué eliminar y qué dejar «por si acaso», te dejamos una serie de reglas infalibles. Si esa película, serie, programa, cortometraje o documental cumple alguna de ellas, elimínalo. Sin piedad.
La regla de los treinta días. Si ya ha pasado un mes desde que la dejaste colgada y no la has vuelto a retomar en ese tiempo, debe ir fuera. Asúmelo, no te ha gustado.
La regla de los personajes. Di de carrerilla los nombres de todos los personajes principales. O al menos, el de los cinco protagonistas. Si no te acuerdas de sus nombres, no tiene hueco en tu parrilla de «Seguir viendo».
La regla del episodio. Intenta recordar un episodio específico de la serie. El último que has visto, el que más te ha gustado o el que te dejaste a la mitad. No importa cuál. Si puedes recordar alguno, ha pasado el filtro. Si no, es hora de borrarlo de la lista.
La regla del compromiso. Todos tenemos en la lista esa serie o esa película que empezamos a ver por la compañía del momento. Tú no tenías ningún interés en ello, pero te dejaste llevar. Por ejemplo, tu pareja tenía empeño en una serie y visteis juntos el piloto, o tu compañero de piso estaba aburrido y decidisteis poner una película random de Netflix que no llegasteis a terminar. ¿Vas a terminar de verlo tú por tu cuenta? No.
La regla del final. «Es que quiero saber cómo termina». Si esta es tu excusa para mantener una serie o una película en la lista, hay que acabar con ello. Tu justificación viene a decir que no te interesa para nada lo que le pase al protagonista, que no disfrutas del visionado y que solo te empuja a seguir con ello esa fuerza mayor de creer que tienes que dejar todo terminado, cerrado, sellado. Es hora de combatir esa fuerza: no vale para nada.
La regla de la presión. Fácil. Empezaste a verlo porque todo el mundo habla de ello y porque se han gastado una pasta en poner un cartel enorme en Puerta del Sol. Pero reconócelo: no te engancha. No pasa nada. Para gustos, los colores las series.
La regla del ego. Una fotografía sublime, una melodía visual sin precedentes, un repertorio actoral de Óscar, un montaje magistral. Las críticas muy bien, pero no te termina de cuajar el modo «tres densas horas del Terrence Malick más indie». Lo mantienes ahí porque quieres creer que tú también puedes disfrutar mucho esos 180 minutos. Next!
La regla de la espera. Cuando vemos más de un capítulo de una serie con alguien, firmamos una especie de pacto en el que prometemos no adelantar ningún episodio sin la otra persona. Puede que no recuerdes haber firmado nada, pero lo hiciste. El caso es que ahora esa otra persona no ve el momento de hacer contigo otro Netflix and chill. ¿Le has metido presión? Si no lo has hecho, puede ser por dos razones: o has roto el pacto, o no tienes demasiado empeño. Fuera de la lista.
