“Yo quiero ser una chica Almodóvar, como la Maura, como Victoria Abril…”, cantaba Joaquín Sabina, y estaba en lo cierto. Todos hemos querido ser una chica Almodóvar, las de detrás de las cámaras pero también las de las películas. No por lo que sufren y luchan, sino porque las frases que pronuncian se han colado en nuestra jerga habitual.

Mucho antes de que la gente hiciera suyas las frases de ‘Paquita Salas’, Almodóvar ya consiguió hacer coloquiales las expresiones de sus personajes. ¿Que no? En Neurads aprovechamos que el cineasta más conocido fuera de nuestras fronteras ha cumplido recientemente 70 años para hacer una recopilación de las citas más memorables de sus películas.
Qué heavy eres, Juana.
‘Kika’ (1993)
Es la típica frase que le sueltas a tu mejor amiga después de que te haya contado alguna locura de las suyas. En la ficción la pronuncia Verónica Forqué en ‘Kika’ a su criada Juana (Rossy de Palma) tras una confesión sexual de esas de sábado noche. De esta película también es muy memorable la frase “yo no veo aquí ambiente mortuorio”, muy útil cuando llegas a una fiesta y está muy desangelada.

No aprende, ella no aprende. Ella no, ella no es profesora como otras.
‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ (1988)
‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ es la comedia por excelencia de Almodóvar y una mina de expresiones populares. Del “No me llames pesá, que estoy muy sensible” al “Es que no estoy curada”, pero quizá la principal es la que suelta Loles León y que viene muy bien emplearla cuando alguien tropieza con la misma piedra y, claro, tú rebosas experiencia.
Para las cosas malas las dos juntas, para las buenas tú sola
‘La mala educación’ (2004)
¿Hasta el moño de que solo te cuenten dramas y no te tengan en cuenta para las juergas? Esta frase de Javier Cámara como la travesti Paca en ‘La mala educación’ te puede venir genial. El mismo personaje, que acaparó los pocos momentos de humor de la película, se lleva la perla con otra de sus frases: “¡Aplaudid un poquito, c**o!”, que es lo que se dice cuando llegas a un sitio.
Me vais a tocar el fandango, tú y tu tía
‘Volver’ (2006)
El perfecto sustituto al mítico: «no me toques los…». Penélope Cruz fue la encargada de soltar esa frase tan explícita a la par que sutil en ‘Volver’. Raimunda (su personaje en la película) es la encarnación perfecta de una madre: «Os voy a poner de comida que os vais a caer de culo».

¿Existe alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo nuestro?
‘La flor de mi secreto’ (1995)
Dejando a un lado la comedia, Almodóvar también ha sido experto en crear expresiones tan trágicas como la de Marisa Paredes en ‘La flor de mi secreto’. Desde un noviazgo que se rompe o tu relación con el gimnasio, esta frase tiene más usos de lo que en un principio parece.
Excepto beber, qué difícil se me resulta todo.
‘La flor de mi secreto’ (1995)
Leo (aka Amanda gris) es una escritora frustrada, al borde de la depresión y con cierta dependencia al alcohol. ¿Cómo no sentirse como ella en algún momento de la vida? De ‘La flor de mi secreto’ se extraen también otras célebres frases que salen de la boca de Chus Lampreave, como “No sé que le he hecho a los skinheads” o “Perdularia, ¡que lo pierdes todo!”.
Si todos los hombres fueran como tú, hasta yo me haría lesbiana.
‘La ley del deseo’ (1987)
Tina (Carmen Maura) es una mujer transexual harta de desastres con los hombres en ‘La ley del deseo’. Pero ella (como todos) no pierde la esperanza en lo que a cuestiones sentimentales se refiere, aunque a veces se le haga muy difícil (como a todos).

Que estáis locas, como no pisáis la calle os pensáis que en la calle pasan cosas.
‘Entre tinieblas’ (1983)
Aunque ahora la Gran Vía sea más ancha, en la calle “todo, todo, todo, todo sigue exactamente igual”, que es lo que decían en el convento de las descarriladas monjas de ‘Entre tinieblas’. Una frase muy apropiada para decírsela a esa amiga que no sale de casa ni a tiros, o a ese amigo nostálgico que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Ya me gustaría a mí mentir, pero eso es lo malo de las testigas, que no podemos.
‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ (1998)
La frase que usa cualquiera que sea sincero cuando le preguntan su opinión por cualquier asunto. Da igual la religión que profeses o no, como decía Chus Lampreave en ‘Mujeres’, las testigo de Jehová “solo podemos decir la verdad, la verdad y nada más que la verdad”.
Yo lo único que tengo de verdad son los sentimientos y los litros de silicona que me pesan como quintales.
‘Todo sobre mi madre’ (1999)
En esta lista no podía faltar la más grande: La Agrado. El personaje de Antonia San Juan ayudaba a descongestionar en la lacrimógena ‘Todo sobre mi madre’ con frases tan reales como esta. Porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma.
